Almohada viscoelastica

Las almohadas viscoelásticas han cambiado la forma en que entendemos el descanso. Su origen se remonta a la década de 1960, cuando la NASA desarrolló una espuma especial para mejorar la seguridad y comodidad de los asientos en aeronaves. Con el tiempo, este material —una espuma de poliuretano sensible al calor y la presión— se adaptó al uso doméstico, dando lugar a almohadas que se moldean al contorno de la cabeza y el cuello.

Esta capacidad de adaptación permite un soporte personalizado, ideal para quienes sufren molestias cervicales o dolores de espalda. Además, su estructura ayuda a mantener una correcta alineación de la columna, lo que puede reducir tensiones musculares y mejorar la calidad del sueño. Muchas almohadas viscoelásticas son hipoalergénicas y resistentes a los ácaros, lo que las convierte en una opción segura para personas con alergias.

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