Conde Cero nº 2/3 Trilogía de Sprawl

Segundo volumen de la trilogía más emblemática del padre del Ciberpunk.

Enviaron un sabueso explosivo en busca de Turner por Nueva Delhi, cargado con sus feromonas y el color de su pelo.Las zaibatsu Biolaboratorios Maas y Hosaka se enfrentan por la dominación mundial, mientras mercenarios como Turner o vaqueros del ciberespacio como el Conde Cero no son más que peones de un juego que escapa a su comprensión: útiles, pero prescindibles en última instancia. Cuando Turner despierta en México con un nuevo cuerpo y junto a una mujer bonita, sus jefes corporativos le dejan recuperarse durante un tiempo para luego reactivar su memoria y hacer que lleve a cabo una misión aún más peligrosa que la que estuvo a punto de matarlo. El diseñador jefe de Biolaboratorios Maas dice que quiere desertar a Hosaka, y el trabajo de Turner es que lo consiga sano y salvo. Conde Cero es un contrabandista de datos del extrarradio, y no está preparado para lo que le ocurre cuando la deserción del diseñador hace estallar una guerra en el ciberespacio. Se ve rodeado por dioses vudú de la red y ángeles de los programas, y su única esperanza es que las megacorporaciones y los superricos estén muy ocupados en el mundo virtual, tanto como para no percatarse del pirata informático novato con ese equipo del mercado negro que intenta sobrevivir a toda costa.

El segundo volumen de la Trilogía de Sprawl, la serie más emblemática de William Gibson, todo un clásico de la ciencia ficción. William Gibson es considerado el padre del Ciberpunk.

RECOMENDACIÓN FNAC

Neuromante, Conde Cero y Mona Lisa Acelerada: las novelas de los ochenta que predijeron nuestro presente

Neuromante se publicó por primera vez en 1984, y sus continuaciones, Conde Cero (1986) y Mona Lisa Acelerada (1988), y desde un primer momento fueron una novelas discutidas y alabadas. No obstante, sólo ahora, décadas más tarde, podemos comprender como el género literario que inventaron, el Cyberpunk, anticipaba nuestro presente. La utilización de la ingeniería genética para reproducir a personas ya fallecidas, la realidad virtual y la generalización de la Inteligencias Artificiales, aparecían ya descritas en los libros de Gibson, que se ha erigido, si no lo era ya, en el principal autor de ciencia-ficción de nuestra era.

Cuando se publicó Neuromante, la primera parte de la Trilogía de Sprawl, un libro que cambió para siempre la literatura de ciencia-ficción, William Gibson residía en Canadá, país en el que se había instalado para evitar ser reclutado y enviado a Vietnam. Había pasado muchos involucrado en el movimiento hippie, viajando por el continente americano y Europa: durante ese periodo, había leído por primera vez a los escritores Beat, que supusieron un importante estímulo estético. Finalmente, a finales de los 70, cuando su vida comenzó a estabilizarse, contrajo matrimonio y tuvo su primer hijo, empezó a imaginar que él mismo podría convertirse en escritor.

La trilogía del Sprawl: revolucionando la ciencia-ficción

Si bien había leído sido durante su adolescencia un ávido lector de la ciencia-ficción clásica, había llegado a experimentar por ella lo que definió como “una repugnancia estética”, como expresó en El continuo Gernsback, uno de sus primeros relatos, recogido en Quemando Cromo. Por otro lado, había descubierto a los autores británicos de la llamada New Wave, como J.G. Ballard, que utilizaban la ciencia-ficción para explorar sus preocupaciones sobre la sociedad desde visiones claramente críticas y distópicas, y aplicando técnicas propias de la literatura postmoderna. La elaboración de Neuromante fue muy larga –Gibson escribía en el tiempo libre que le dejaban sus trabajos, algunos realmente pintorescos, como encontrar objetos en las subastas del Ejército de Salvación susceptibles de ser luego revendidos a coleccionistas-. En 1982, tras el estreno de Blade Runner, para evitar que se pudiera pensar que se había inspirado en una película con obvias concomitancias estéticas. Finalmente se editó se transformó en un éxito por sorpresa, que se llevó los tres premios principales de la ciencia-ficción: el Nebula, el Hugo y el Philip K. Dick

Uno de los principales problemas para adentrarse en el mundo de William Gibson, para un lector en español, era una traducción que, según la mayoría de las opiniones, no le hacía justicia a las obras originales. Por fortuna, para esta nueva edición contamos con la nueva y excelente traducción de David Tejera Expósito.

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